Los italianos que adquirieron otra ciudadanía antes del 16 agosto de 1992 perdieron la ciudadanía italiana, ya que en esa época la República Italiana no contemplaba la doble nacionalidad.
Esta pérdida pudo haber sido originada por naturalización, por motivos de trabajo, por renuncia expresa o por el matrimonio de una italiana con un extranjero, entre muchas otras.